Que alegría, que buen día, que bueno tenerte. Y es que a veces me pareces esa luz incandescente, la que viene y se va a su gusto, cuando le apetece. Esa luz que cuando está, te tatúa una sonrisa de oreja a oreja y cuando desaparece deja un hueco en tu colchón. Un quiero y
no puedo, o más bien no debo.
Que hoy estoy feliz como una niña tonta, con una ilusión enorme con todo lo que empieza (:
Que el camino que sigo empieza y acaba,
CONTIGO.
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