Podría intentar explicaros todo lo que significa para mi y probablemente no acabaría nunca, o eso, o no sería capaz de expresarme. Es tan complicado describirlo... No sé, quizá por ese motivo yo un día decidí vivirlo. Es más, no recuerdo las razones, ni los motivos, pero fue sin duda uno de los mayores aciertos de mi niñez.
Puedo asemejarlo al vuelo de un ave, planear firme y seguro con tus alas, moviéndote a tu antojo y sintiendo que te elevas, que estás más arriba que nadie, que eres alguien en el mundo. Crecer, engordar y sentirte grande por un momento.
Músicas rápidas, lentas, coreografías simples o complejas, sola o acompañada, para mi misma o para un gran público... no sé, me es indiferente. Mi disfrute es sentir como fluye la música, como tu cuerpo no te deja parar, como te pide más. Y, una advertencia, esto engancha.
Salir a un escenario con el vello de punta, crecer y bailar, que al fin y al cabo es lo más importante. Afirmo que esta afición ocupa un 50% de mi vida, me regaló gente, amigas. También ganas de seguir en los momentos mas duros, bailar en vez de llorar, dejar las penas en el vaso del bar, darle al play y olvidarte de todo a tu alrededor, sentirte únicamente a ti misma. Encontrarte valor, echar esfuerzo y poner ganas, empeño y toda la dedicación posible. Sentir como tus músculos se estiran y contraen, encontrar un valor en ti.
No sé cuanto aguantaré con todo esto, es difícil llegar a todo, pero lo intentaré con fuerza. Bueno, dejo de pensar y de escribir, voy a sentir, voy a bailar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario