Sin ella no puedo volar.

La gente dice que las amistades son eternas y yo, sin embargo, pienso que se trata de épocas, momentos, viajes de ida y vuelta. Viajes que se acaban forjando y pueden llegar a durar una vida, pero sólo en ocasiones especiales...

Para mí esto no es una simple amistad, no es una simple época, es algo más. Necesitaría buscar mucho para encontrar las palabras adecuadas, y que quieres que te diga, no las necesito. ¿Para que ponerle un nombre, si sólo te necesito a ti?

No quiero hablar de vidas ni de eternidades; solo de mundos paralelos.

A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: ¿qué tono tiene su voz? ¿qué juegos prefiere? ¿le gusta coleccionar mariposas?, pero en cambio preguntan: ¿qué edad tiene? ¿cuántos hermanos? ¿cuánto pesa? ¿cuánto gana su padre?. . . Solamente con estos detalles creen conocerle.

Yo creo que conozco mil detalles, pero me encantará seguir conociendo otros mil más... Conozco como se te queda la nariz fría mientras duermes, conozco como sonríes a cada instante, conozco esa extraña manera de subirte las gafas, conozco tus puntos débiles y también los fuertes, conozco tu manera de andar, tu olor característico... CONOZCO, CONFÍO, QUIERO.