Me arruina la doble dirección de tus palabras, odio las esperanzas idiotas y aún más las desilusiones. Detesto los falsos "te quieros" y también los que no buscan lo mismo que los míos. Puede que tu no seas sin mi, pero yo tengo claro que solo soy contigo.
Mira, yo ya no sé si son tus ojos, tus miedos o tus palabras. Tampoco se si es tu confianza o tu ilusión. Ni si quiera tengo claro que sea mi necesidad o tus ganas; puede que sea el conjunto. El conjunto de tus sonrisas y lágrimas, la mezcla de tu timidez y mi atrevimiento, tus palabras y las mías, juntas; juntos.
Vamos a vivir aventuras; bebernos el mundo, esquivar la soledad, dormir en los portales, vivir del sol... perdernos en sonrisas, caricias y algún que otro abrazo. No sé, te dejo elegir.
Todo está muy claro pero no lo entiendo, no te entiendo; ¿quién está ganando, quién está perdiendo? Grita, rompe el sol si es necesario, sueña en color o en blanco y negro, sonríe; dime que me quieres, pero solo si es de verdad. En otras ocasiones puedo admitir que me arruinan las prisas, esta vez me comen por dentro.
Tu destino está escrito, el mío quiero que lo escribamos juntos. Agárrame, no me sueltes, te quiero. Quiero estar cerca de ti, lo más lejos a tu lado. Te echo de menos, échame de menos.
El necesitarte me impacienta.
Otra sucia reflexión de este oscuro corazón, en un día más triste que una despedida en la estación.
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