"La vida no se mide por los momentos que respiras, sino por las veces que te dejan sin aliento".

viernes, 2 de septiembre de 2011

Esquivaremos el Sol.

Dos meses y apenas tres semanas. Un período de tiempo explotado al máximo, disfrutado a tope, compartido con personas de verdad.
Y pensar que esto se acaba, que en unos días volveremos a la tan odiada rutina de cada año, la vuelta a los libros y los madrugones. Prefiero quedarme con lo que ha sido y será este verano.
Todo empezó como cada año, miedos y demasiadas pocas ganas de perder de vista a tu gente, a tus amigos. No tienes ganas de echarles de menos ni de dejar de verles día a día, aunque pronto estos pensamientos cambiarían. Terminan las clases, dos días libres y vacaciones familiares, no empezamos mal...
Sigues en contacto, les ves menos a menudo, llamadas, mensajes... les importas, te importan.
Luego vendrían esos seis escasos días para los que habíamos trabajado tanto, esos días de esfuerzo, superación, entrega y compañerismo. Un largo camino que hicimos paso a paso, todos juntos, hasta el final. Lo dimos todo, unos llegamos mejor que otros, pero sin duda, mereció muchísimo la pena. Son grandes, ya se lo he dicho demasiadas veces.
Quieta, esto no ha acabado, luego llegarían quince días de unión, de amistad y de disfrute. De compañía, de risas, de llantos, de forjar amistades, de momentos y de sentimientos hacia un simple pañuelo.

Y todo esto no acaba aquí, queda un largo mes compartido con las mejores personas que podía cruzar en mi camino. Con unas cabecitas locas sin miedos, sin preocupaciones y sin limitaciones. No les importa despeinarse. Te harán sentir grande, te harán sentir una de ellas. No te pondrán pegas, no te faltarán las risas, ni los momentos de sinceridad. Nunca te dejarán sola, no te faltará de nada. Son todo entrega y corazón. Son  diferentes, únicas; no tienen complejos, de un soplido te quitarán los tuyos. Las personas más sinvergüenzas que me haya podido echar a la cara, también las más sinceras, las trasparentes, LAS DE VERDAD.
Personas con ideas claras, que defenderán siempre que puedan, personas especiales, sólo eso, grandes personas. Grandes personas con las que no me importaría compartir no uno, sino mil veranos como este, y otros mil otoños, inviernos y primaveras. Mil sonrisas y momentos que a su lado son inolvidables.
Para acabar y por no alargarme demasiado, queda dar las gracias. Pero eso ya lo haré personalmente con cada una de ellas. Que las quiero, sólo eso.


La vida es menos puta si estáis a mi lado.


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