Suena la música, te vuelves loca. Muévete, siéntelo. Marca las pulsaciones, dale fuerza, juega con el ritmo, disfrútalo, y ahora acompaña todo esto de una respiración acompasada.
Tu cara lo dice todo, en este momento eres la persona más especial del mundo, o por lo menos te sientes así. Y es que chicas, todo esto empieza de nuevo. Vivamoslo segundo a segundo, desde el principio.
Y es duro, todas lo sabemos, pendientes de unas cosas u otras al final lo sacamos, clase tras clase, ensayo tras ensayo. Agujetas, moratones, heridas y dolores de pies que nos acompañan en cada vuelta a casa. Pero, ¿realmente merece la pena? Creo que esta vez coincidís en mi respuesta, SI.
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