De pequeños nos enseñan a no meter los dedos en los enchufes, y a no arrimarnos a las ventanas abiertas. A no candar las puertas de los baños públicos y a hacer pis dentro del váter. Nos enseñan a no meter las manos en el vídeo y a secarnos bien las manos antes de enchufar el secador de pelo. También a no asomarnos por el balcón y a no andar descalzos por la cocina. Aprendemos a cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes y a no encender demasiadas cosas a la vez. Nos prohíben abrir a quien llame al timbre mientras papá esté en la ducha y a no responder al interfono si estamos solos en casa. Nos enseñan a poner baja la música para no molestar a los vecinos y a no jugar con pelotas en casa. Repiten una y otra vez que no hablemos con desconocidos, no aceptemos caramelos de nadie, ni nos acerquemos a los coches con gente. Aprendemos a cruzar por los pasos de cebra y con los semáforos en verde, también a dejar sentarse a las señoras mayores en el autobús y quedarnos de pie, y a ponernos el cinturón en cada viaje en coche.
Todo esto puede llegar a ser muy útil, nos enseña a ser precavidos, respetuosos y a cuidar de nosotros mismos sin necesidad de una ayuda permanente, un día nos ayudará a ser personas independientes... Pero que queréis que os diga, yo tengo mis preferencias:
Preferiría que me hubieran enseñado a no jugar con los sentimientos de nadie, ni siquiera con los míos propios. Me hubiera gustado aprender a ser leal, fiel, y amiga; a no tener miedo a nada, y mucho menos a esconder mis sentimientos. Hubiera preferido aprender a no esconder "te quieros", a no hipotecar suspiros y a no escasear en abrazos. También a demostrar todas esas palabras que decimos alguna vez, a repartir cariño y fidelidad. A ser persona, honesta y sincera en todos los aspectos. A respetar a todo el mundo, a tratar igual a las personas sin distinciones de raza o color, y a no menospreciarme a mi misma.
A veces falta este tipo de educación desde un principio, aunque, al fin y al cabo, pienso que yo lo he ido aprendiendo. A base de golpes, ostias y mentiras he aprendido a vivir, a respetar y a seguir adelante, a afrontar todos los problemas con la cabeza alta, la mirada al frente y una buena compañía.
Que gran verdad (:
ResponderEliminarPero es que yo aprendo al igual que tú, no pueden enseñarte a querer, es algo que cada uno hace de manera distinta, no pueden enseñarte a ser fiel, leal y amiga nadie es perfecto y mucho menos para enseñar esas cosas. Lo que he aprendido a decir es a las personas que quiero las cosas y yo a tí te lo digo mil y mil veces más te quiero
Ayyyyyyyyyy te que bonita que eres coño! :)
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