Disfruta, ríe, llora si es necesario. Que no importe nada más que tú, sé feliz o, al menos, sé. Y es que muchas veces nos auto-invitamos al segundo plano, nos herimos a nosotros mismos. Trátate bien por un día, te lo agradecerás.
Siéntete especial, vuela libre en el inmenso mar y nada entre las nubes.
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