" Érase una vez un árbol que vivía de puntillas sobre el suelo.
Este árbol ponía una sonrisa en primavera, cuando brotaban sus tallos, alegría en verano cuando maduraban sus frutos y nostalgia en otoño cuando se iba quedando desnudo.
Un invierno vinieron unos hombres serios y lo cortaron.
El árbol vio como lo arrancaban de aquel trozo de tierra y lo llevaron.
Era un árbol fuerte y valiente, que resistió hasta en su misma muerte, y es que sabía lo que es aguantar el azote de la arena que llevaba el viento y el soplo helado de la noche que congela hasta la savia.
No dejó escapar ni una sola queja cuando lo cortaron. Tan sólo cayó de él una pequeña lágrima que fue a caer en el hueco que dejó en la tierra."
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