No les pido nada a cambio, eso es algo que he aprendido.

¿Por ponerme a su vera? Por ellas me tiro de cabeza y buceo sin necesidad de respirar. Y es que es muy fácil decir que lo significan todo y no tener la capacidad de demostrarlo. También me parece muy falso si no te atraviesa la necesidad de compartir mil primaveras, mil inviernos y otros mil veranos. De atreverte a momentos de los cuales probablemente te arrepentirás, de situaciones inverosímiles y de vueltas de tuerca. Sí, sobre todo eso, vueltas de tuerca. Vueltas ya sea por la ciudad o en mi cabeza, ya que no imagino un día sin ellas. Tampoco soy capaz de imaginar lo que hubiera sido de mi si no hubieran tropezado en mi camino. Son increíbles, y lo demuestran por momentos.

No estamos locas, sabemos lo que queremos.