Ya son días, semanas y meses sin ti. Es una acumulación de sentimientos impresionante que fluyen cada vez que me decido a escribirte. Y si, no te voy a negar que me siento un poco idiota cada vez que me pongo a escribir y me caen las lágrimas, tus lágrimas. Idiota porque se que no sirve de nada, porque la teoría de "no volverás" ya me la se; y porque todos dicen que debo ser fuerte, que no vale la pena recordar los peores momentos.
Yo me acuerdo de ti desde que la memoria me alcanza hasta el último día que te vi. Me acuerdo de cada beso, de cada copa de más, de cuando todavía fumabas, de lo que te gustaba el fútbol y de lo que te alegraste con cada uno de nosotros. Me acuerdo de tus últimas sonrisas y
tus últimos suspiros me taladran.
No sabes cuanto te echo de menos, ni siquiera yo lo se.
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