"La vida no se mide por los momentos que respiras, sino por las veces que te dejan sin aliento".

jueves, 29 de septiembre de 2011

La quiero a morir.

Y es que es la única persona capaz de ahogarme cuando tengo sed y de hacerme levantar la cabeza para no chocarme con el muro. Es capaz de hacerme enseñar el conjunto de hierros aunque los odie a morir. También puede darme vida con uno de sus abrazos; y hacerme respirar paz en la más catastrófica guerra, para ello basta con que esté a mi lado.
Es capaz de despertarme a voces de mi peor pesadilla y de hacerme soñar despierta. Puede desinflarme o inflarme a su antojo, es ella la que me controla. Me conoce incluso más que yo, es capaz de averiguar lo que estoy pensando a cada momento. 
"Conoce mi última pesadilla, y las mil anteriores. Y tengo más deudas con su espalda de las que tendré jamás con la Luna"
Prometo que me ocuparé de que tus pasos sean firmes y por terreno llano, camino asfaltado y sin piedras con las que tropezar.
(Por eso de que eres un poquito torpe, gordita).

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