Sentir que lo necesitas, quizá más que a tu propia vida. Que lo echas en falta a cada minuto que no está a tu lado. Es una adicción, una necesidad. Quizá sea un suicidio, pero al fin y al cabo, el suicidio que yo misma he elegido.
Su tic-tac y el mío son el mismo son.
No hay comentarios:
Publicar un comentario