No pasa una noche que no piense en ti, ni tampoco una tarde o una mañana. No te olvido, ya te lo he repetido demasiadas veces, ¿recuerdas?
Y ahora es cuando me tocaría explicar todo esto ¿verdad? Pues allá voy:
Me pierdo con esa media sonrisa tras cada cruce de caminos, me pierdo con cada uno de tus apareceres. Me intimidan tus tímidas miradas y me hacen pequeña hasta llegar a desaparecer. No entiendo tus medias palabras, ni tampoco tus vueltas de tuerca para expresar lo que de verdad quieres decir.
Y es que no te quiero precisamente a medias. Te quiero con pros, contras y peros. Te quiero en pasado, en futuro, presente y de forma imperfecta. Te quiero por como eres, por como hablas, por como sientes e incluso por como respiras.
No me hables de mitades, háblame de enteros, háblame de DOS.
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